A ver qué os parece este disparatado cuentecillo en verso escrito por la argentina Ana María Shua (Buenos aires, 1951).
La pequeña Analía García,
caminando distraída, sin
pensar,
pisó un chicle en la calle
y ya no se pudo despegar.
Pasaron las horas y los
días.
Sus padres le llevaban de
comer.
Pasaron las semanas y los
meses.
Analía empezaba a crecer.
Terminó la primaria en la
calle.
Las maestras la ayudaban a
estudiar.
Analía era linda y los muchachos
le decían piropos al pasar.
Tuvo un novio que allí la
visitaba.
Se casó, pero no se
despegaba.
Pasaron los meses y los
años:
Analía empezaba a envejecer.
Andaría por los ochenta y
pico
cuando un nieto fue a verla
con su hijo.
Y el bisnieto, simpático, le
dijo
después de mirarla un largo
rato:
“Si querías despegarte,
bisabuela,
¿por qué no te quitaste los
zapatos?”