Inventacuentos

En esta estantería vamos a colocar las historias que inventamos desde la comunidad educativa del CEIP Federico García Lorca. Estando en un cole con un nombre así, lo normal es que nos acerquemos a las letras de forma creativa.

¿Alguna mamá o abuela que inventó un cuento para que sus niños aprendieran a estar tranquilos?
¿Algún papá o abuelo que un día se lanzó a imaginar una historia fantástica?
¿Algún profe o alguna seño que un día improvisó un cuento en clase que dejó a todos embelasados?
¿Algún alumno o alumna que disfruta creando personajes, anécdotas o tramas que deberíamos conocer los demás?
¡Venga, animaos a convertir vuestras ideas en historias y las veréis aquí primorosamente ilustradas!
Si no queréis que vuestro nombre aparezca, también las podéis firmar con un seudónimo.



ABRIL, LLUVIAS MIL

Un cuento escrito por Estrella Toth Rubio (6º)

Era una hermosa mañana de comienzos de abril en la que las flores reían y bailaban y el viento fresco hacía que sus hojas se movieran cual alas de mariposa. Una gota cayó, era una gota que venía de las nubes. Eran gotas de agua, cayeron una tras otra, y así pasó un día entero, que se hizo eterno.
Una niña llamada Claudia, como en cualquier día de primavera, salió a ver sus rosales, que estaban ahogados por la lluvia que había caído el día anterior; gritó a las nubes, que la oían atentamente:
-¡Nubes asquerosas! Habéis destrozado mis rosales, no sois más que unas irritantes bolas de algodón, no me gusta vuestra lluvia, ni tampoco vuestro viento, ¡sois seres molestos!
La niña se metió dentro de su casa con un gran enfado. Las nubes muy tristes se echaron a llorar y esa semana llovió todos los días y a todas horas sin descanso, fue terrible para los habitantes de aquel hermoso pueblo.
Una de esas tardes, Claudia ya estaba muy cansada de lluvia, así que cogió su paraguas, lo abrió y se puso en medio de su jardín y gritó lo más alto que pudo:
-Dulces nubes, perdonadme, no dije todo aquello en serio, estaba muy enfadada, pero mis rosales tienen arreglo y espero que vuestro llanto también, os tengo muchísimo aprecio, me encanta vuestra brisa veraniega y me gusta ver vuestras formas. ¡Sois impresionantes!
Esto, a las nubes, les hizo llorar de gran alegría y emoción y se pasaron tres semanas más llorando. Claudia ya estaba muy cansada, salió de su casa y se plantó en medio de su jardín, era el 1 de mayo, y de pronto las nubes dejaron de llorar, no sentían alegría, ni tristeza, ni nada, al ver que la niña pasaba completamente de ellas.
Así fue como para mayo, por suerte para todos, las nubes dejaron al fin de llorar, y de ahí el dicho abril, lluvias mil o abril, aguas mil, porque aquel abril fue tremendo para aquel pueblecito llamado Estepona. Y puede que las nubes lloren al recordar esa situación cada abril. 
Y colorín colorado… ¿Quieres otro cuento?

2 comentarios:

  1. Yo creo que casi nadie de mi familia se ha inventado un cuento , pero seguro que alguien si pero no me lo ha contado, pero aun a si yo si cree mi propio cuento. NATALIA.

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  2. Yo conozco a un profe muy guay que se ha inventado muchos cuentos divertidos e imaginarios. NATALIA.

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