Cuentos del mundo: La riña de las codornices (cuento turco)


¡Oíd esos gritos lastimeros que atraviesan cada el día silencioso bosque!
¡Ah!, son los gemidos de seis mil codornices. ¡Pobres aves! Cada día llega un hombre del pueblo y las cubre con una red cuando se posan en el suelo. Después de arrojar la red, la recoge, atrapando as a centenares de codornices, que lleva al pueblo para venderlas.
Ahora bien, un día, la reina de las codornices dijo:
-No lloréis más, pequeñas mías. Si hacéis caso de las palabras de vuestra reina no os atraparán nunca. Cuando arrojen la red sobre vosotras pasad la cabeza por el agujero y levantad el vuelo todas juntas, elevando así la red en el aire. Si entonces os posáis sobre una montaña erizada de púas estas mantendrán la red por encima del suelo y vosotras podréis escapar por debajo antes de que el aldeano llegue a la montaña. Hacedlo como os digo y todas os salvareis. Pero si algún día se levanta una riña entre vosotras y empezáis a pelearos, ese día ¡ay! os atraparán y nunca más volveréis a ver el bosque.
Las codornices hicieron tal como su reina les había aconsejado y, cada día, el aldeano volvía a su casa sin un real y su mujer se enfadaba muchísimo.
-No te preocupes -le dijo un día a su mujer- estas codornices se pelearán un día de estos y entonces las atraparé fácilmente.
Y sucedió que un día una codorniz le pisó la cabeza a otra.
-¡Te voy a dar lo que te mereces! -gritó enfurecida la codorniz lastimada, saltando sobre la otra y golpeándole con las alas-. ¡Fuera de aquí, fuera!.
La reina Codorniz, viendo la pelea, dijo a las demás:
-No nos quedemos aquí. Estas dos infelices seguro que acabarán mal.
Y se fue volando con aquellas que hicieron caso de su advertencia.
Y mientras las dos codornices seguían peleándose, una extraña nube cayó sobre sus cabezas: ¡era la red!
Muchas fueron atrapadas y llevadas al pueblo para ser sacrificadas. Pero la prudente reina Codorniz y aquellas que escucharon su consejo nunca fueron atrapadas. Y en el pequeño y silencioso bosque, vivieron todas felices por siempre jamás.

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